Más que un derecho
MANIFIESTO REDACTADO POR LOS Y LAS ESTUDIANTES DE LAS CARRERAS DE
PSICOLOGÍA Y ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y PSICOLOGÍA CLÍNICA
Cuando uno empieza a observar lo que sucede a nuestro alrededor respecto a la manera de pensar y actuar de las personas, comenzamos duramente a cuestionar esta forma de ser de este grupo humano.
Resulta muy desconcertante escuchar las opiniones de una gran parte de individuos cuando se refieren sobre la equidad de género ya que por lo general siempre esos comentarios van con un tono discriminatorio. Sabemos que hoy más que nunca existen países, sectores, grupos etc. que luchan por la integración o inclusión. Entre ellos el respeto y derecho a una convivencia equitativa de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).
Es muy penoso que en el mundo y en nuestro país se discrimine a las personas LGBT y peor aún que sean víctimas de un maltrato físico hasta llegar el punto de perseguirlos y determinarlos como lo peor que puede existir.
Existen supuestas clínicas que son explícitamente para tratar y “curar” a las personas homosexuales ya que eso es considerado una enfermedad…supuestamente… esto ha llegado a causar una conmoción, sobre todo a aquellos que consideramos que todos merecemos los mismos derechos por simple hecho de que somos personas, no obstante no se puede seguir tolerando que a vista de todos se esté dando este hecho. En el Ecuador existen más o menos unas 300 clínicas que se dedican a esta práctica. Lo más sorprendente es ver como la familia de las victimas apoyan esta crueldad quizás por el mismo hecho del poco conocimiento que hay sobre dichos centros terapéuticos.
Parece poco creíble pero es muy cierto y muy real, esto sucede a la vista de todos sin razón de ser; debemos concienciar a la sociedad de que hoy en día no podemos seguir basándonos en esquemas absurdos que nos envuelven con un pésimo criterio acerca de nosotros mismos, todos merecemos la misma justicia y equidad en todo punto de vista y área social.
Actualmente existen muchas entidades e individuos particulares que se suman a la lucha de parar de una vez por toda esta crueldad y exigir el derecho a la libertad. En el sentido de caminar por las calles o algún centro comercial sin ser juzgado o señalado como algo “raro”. Ya basta de discriminar y demos la mano al prójimo que hoy más que nunca necesita de nuestro apoyo y comprensión, recordemos que somos seres humanos y no podemos desacreditarnos y hacernos daños entre nosotros.
Invitemos a todos a formar una nueva sociedad sin prejuicios, más humana dándonos a cada uno de nosotros el respeto y amor que necesitamos. No formemos gente individualista llena de ideas y conceptos que incentiva a la exclusión de otros. Recordemos que la diferencia marca el dinamismo de un nuevo estilo de vida en el cual todos tenemos un lugar, inclusive hasta en los mismos brazos de Dios.